“La lectura es la herramienta que permite
apropiarse de la información en cualquier ámbito en el cual el individuo se
desarrolle. La llave mágica del conocimiento es la lectura. Es la llave del
conocimiento en la sociedad de la información” (Millán, 2000).
Esta es una conocida cita ‒de las miles que
existen‒ para explicar los beneficios de la lectura. De hecho, son múltiples
los ámbitos en los que la animación a la lectura está teniendo cada vez más
importancia: la familia, los medios de comunicación, las bibliotecas públicas,
los centros educativos… Pero, ¿qué pasa con los centros de Formación
Profesional? ¿Por qué en este ámbito no se realizan iniciativas encaminadas a
desarrollar la capacidad lectora de sus miembros o hacer de la lectura un modo
de ocio? ¿Por qué los programas de animación a la lectura o de dinamización de
bibliotecas solamente tienen lugar en colegios e institutos de secundaria?
¿Acaso un peluquero, un ganadero o un aeromecánico, entre otros muchos, no
pueden disfrutar del placer de la lectura? ¿Por qué no se realizan actividades de alfabetización informacional que pueden ayudar en la formación continua a lo largo de la vida?
Llevo preguntándome esto desde el momento en que
entré a trabajar en el Centro Integrado de Formación Profesional “Aguas Nuevas”
(Albacete), y por ello, el año pasado, coincidiendo con el 75 Aniversario de la
muerte de Miguel Hernández, me decidí a hacer una prueba para ver la acogida
que podrían tener una actividad de animación a la lectura que rindiese un
pequeño homenaje al poeta: grabamos un videopoema con la Elegía a Ramón Sijé.
La verdad es que, aunque al principio tuve un poco
de dificultad para tener participantes, después me faltaron versos. Fue
interesante observar cómo durante la grabación del vídeo, los alumnos se
interesaban por saber quién era el poeta y por conocer el significado de sus
palabras y las metáforas que aparecían.
Por eso este año me he decidido a hacer una
programación anual para el CIFP “Aguas Nuevas” con el título La FP también cuenta, con actividades
que incluyen clubes de lectura, un cineclub, un rincón de intercambio de
libros, un club de escritura, y otras actividades encaminadas a celebrar días
como Halloween o el Día del Libro, teniendo a favor el apoyo de los miembros
del Centro, así como de alumnos que sugieren actividades.
El éxito o no de las actividades se irá viendo a
lo largo del curso, y va a depender de muchos factores, además de una barrera
bastante complicada de atravesar: el no tener referencias anteriores. Esto hace
que vayamos por un camino inexplorado con la consecuente inseguridad que
supone. Pero estoy segura de que va a merecer la pena abrir un pequeño sendero
en la Formación Profesional que haga que la lectura se vea como una actividad
que alcanza a ámbitos más allá de los puramente académicos.