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domingo, 19 de marzo de 2017

¿WEARABLES EN BIBLIOTECAS?



La Sociedad de la Información y del Conocimiento se caracteriza, entre otras cosas, por la constante necesidad en la población de todo tipo de información y lo más actualizada posible. Las bibliotecas son las instituciones que sirven para satisfacer esta demanda, independientemente del sector al que presten sus servicios: desde el ciudadano normal, con unas necesidades de información muy generales, y que acuden a las bibliotecas públicas, hasta los usuarios de bibliotecas especializadas de empresas, con necesidades de información muy específicas, así como los usuarios de bibliotecas universitarias más centradas en necesidades derivadas de la docencia, del aprendizaje y de la investigación.

Para satisfacer esta necesidad, la tecnología siempre ha desempeñado un papel primordial, ya que ofrece rapidez y precisión a las búsquedas de la información. Y, aunque estas necesidades cada vez se van haciendo más exigentes, por otra parte,  los nuevos adelantos sirven para cumplir esta demanda. Los wearables pueden ser una solución a la hora de hacer más fácil y expeditivo el servicio bibliotecario.

Los wearables o tecnología ponible se pueden definir como prendas de vestir y complementos con elementos tecnológicos. Son dispositivos que están diseñados para llevarlos en la ropa, insertos en ella. Existen una variedad cada vez más creciente de estos, así como de sus usos. Me gustaría llamar la atención sobre algunos de ellos, teniendo en cuenta sus posibles usos en una biblioteca.


Gafas inteligentes de realidad aumentada.  
Las más conocidas son las Google Glass, ¿quién no ha oído hablar de ellas? Sin embargo, hay más modelos en el mercado. Para que os hagáis una idea, usar unas gafas como estas puede ser lo más parecido a tener en nuestra cabeza todo el Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria, pudiendo tener en un solo vistazo los datos de cualquier documento, usuario…, hacer búsquedas en el catálogo o algún directorio,  en Internet,  consultar el contenido de manuales sin tocarlos…todo lo que nuestra imaginación pueda pensar.  Además, no sólo el bibliotecario le podría encontrar usos a este dispositivo, sino que el usuario podría tener, en un solo vistazo, todas las aplicaciones que le ofrece un catálogo en línea.



Reloj Inteligente, o Smartwatch. 
Este dispositivo no es otra cosa que un reloj vinculado a nuestro Smartphone o Tablet, aunque también nos permite tener aplicaciones independientes de estos.  Pueden ser muy útiles en servicios de búsquedas de información personalizada: el usuario puede recibir notificaciones de la biblioteca acerca de una consulta realizada, o tener información de cualquier documento, simplemente introduciendo un código.




Pulseras inteligentes y anillos. 
Tienes utilidades muy parecidas a las de los relojes inteligentes, con estos dispositivos podríamos recibir notificaciones de novedades, de retrasos en la devolución de documentos, etc.,  de nuestro teléfono. Además,  se le podrían incluir utilidades, por ejemplo, nuestra pulsera o anillo podría tener el código de barras de nuestro carnet de usuario para gestionar todos los aspectos relacionados con el préstamo bibliotecario, lo que haría este proceso más rápido, además de olvidar despistes.



En conclusión, se puede decir que los wearables nos pueden hacer la vida más fácil, y son utilizados cada vez con más frecuencia en todos los ámbitos de nuestra vida, sobre todo en aspectos relacionados con el deporte y la salud.  En el mundo de las bibliotecas y de los centros de documentación, no podemos permanecer ajenos a las mejoras que estos dispositivos nos pueden ofrecer, ya que sus utilidades pueden optimizar la experiencia de usuario proporcionando la deseada inmediatez de la información, que este mundo demanda,  así como el hecho de que esta sea lo más completa posible, además de facilitar en gran medida la labor del bibliotecario.

domingo, 27 de noviembre de 2016

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ÉTICA DE LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS

En nuestros días, todavía son muchos los que se extrañan al oír hablar de la función social de las bibliotecas, a las que asignan funciones de simples prestatarias de libros. Pero resulta evidente que las programaciones de actividades bibliotecarias cada vez incluyen más tareas que ayudan a superar las dificultades de diferentes grupos sociales. Dificultades que van desde las impuestas por problemas de salud o discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, hasta las que vienen dadas por disgregación espacial o problemas económicos.




Los Premios María Moliner 2016 son un reflejo de ello. Este premio es convocado cada año por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Federación Española de Municipios y Provincias y la Fundación Coca-Cola, para premiar las mejores iniciativas de fomento de la lectura realizadas por bibliotecas municipales de menos de 50.000 habitantes.

Entre los proyectos premiados están el de la biblioteca de Armilla (Granada): Sólo se ve bien con la biblioteca. Presencial es invisible a los ojos, en el que se da una especial atención a los colectivos con discapacidad. La biblioteca de Cabanillas del Campo (Guadalajara) también ha sido premiada por su proyecto La biblioteca ante tod@s, en la que la integración social es un pilar principal y objetivo del proyecto. La biblioteca de Erro (Navarra), otra de las bibliotecas premiadas, también ha destacado en su proyecto de integración, especialmente importante en su entorno, donde la población es muy dispersa.

Y son muchas más las actividades de diferentes bibliotecas repartidas por toda la geografía española. Es interesante leer sobre su planificación y resultados (aunque estos son difícilmente cuantificables), pero el lado humano lo es más aún. Resulta alentador oír a los bibliotecarios hablar de cómo han sido recibidas estas actividades. Luz del Olmo, bibliotecaria de Chinchilla de Montearagón (Albacete) realiza sesiones de lectura en casa de personas con escasa movilidad, que no pueden asistir a la biblioteca. Es conmovedor oírla hablar de la reacción de sus oyentes y el agradecimiento que sienten al escuchar las lecturas y cómo les evocan recuerdos.

Pero no sólo las actividades de fomento de la lectura tienen cabida en la dimensión social de las bibliotecas públicas, también lo son el resto de actividades bibliotecarias como la adquisición y difusión de documentos que contribuyen a propagar ideas de igualdad, solidaridad, respeto y tolerancia, que ayudan en buena medida a llevar a cabo esta labor.



Como puede verse, este tipo de actividades pueden ser de un rango muy variado, y sus resultados muy diferentes, y para ello hay que tener en cuenta factores negativos a nivel interno y externo a las bibliotecas. Entre los factores internos, la falta de personal puede ser una barrera para poner en marcha estas prácticas, sin embargo, este factor es algo que se podría superar con una coordinación adecuada de voluntarios. Los bibliotecarios son expertos en saber salvar dificultades con presupuestos muy limitados. El problema viene dado cuando las limitaciones vienen de fuera de las puertas de la biblioteca, como la falta de apoyo por parte de instituciones o servicios sociales de la población, bien por falta de conocimientos en estos aspectos o simplemente dejadez. No obstante, no habría que dejar de lado que un trabajo coordinado con las administraciones públicas podría multiplicar los beneficios de la actividad bibliotecaria y generar unas consecuencias excelentes en la sociedad.

martes, 16 de febrero de 2016

La necesidad del marketing digital en una biblioteca

Internet ha entrado con fuerza en todos los aspectos de nuestra vida. Se ha creado una nueva forma de relacionarnos y comunicarnos que forma parte de lo cotidiano. Tanto es así que actualmente gran parte de la actividad humana se organiza en torno a la Red.

El sector comercial lleva años utilizando las nuevas tecnologías para llegar a sus usuarios y consumidores, y las nuevas estrategias de marketing  utilizan los nuevos medios de comunicación que ofrece Internet para dar a conocer sus productos y servicios. Y todo ello con un gran éxito.

¿Por qué no llevar este conocimiento aprendido en otros sectores al terreno de las bibliotecas?

Hoy en día, en las bibliotecas se necesita atraer cada vez más a gente. Muchos usuarios, tanto reales como potenciales desconocen los recursos y servicios que les puede ofrecer una biblioteca, y por ello, estos centros están perdiendo consumidores que, a primera vista, no puede ser traducido en pérdidas económicas, pero sí en una menor visibilidad en la sociedad, que se convertirá  en una menor inversión por parte de las administraciones. Así que sería interesante comenzar a gestionar una biblioteca como una startup, y uno de los pilares principales para ello reside en el marketing digital.
Internet puede ofrecer a los bibliotecarios una extensa gama de herramientas, como redes sociales o permission marketing para hacer llegar un mensaje a su usuario, pero hay que tener en cuenta que para utilizarlas se debe tener una formación previa en estas.

Otro de los aspectos positivos del marketing digital en las bibliotecas es la inmediatez para comunicar el mensaje, además de poder personalizar el mensaje que se quiere transmitir a cada perfil de usuario. Por otra parte, además, permite un feedback inmediato al bibliotecario, ya no sólo sobre su estrategia de marketing, sino también sobre los recursos que ponen a su disposición y su programación de actividades. Es un conocimiento que puede ayudar a mejorar nuestro servicio bibliotecario.



Las herramientas que más nos pueden ayudar son las de las redes sociales. Actualmente las redes sociales juegan un papel muy importante en la política, actividades sociales y económicas, sin olvidarnos del terreno personal. Las personas tendemos a agruparnos en redes que nos aportan cualquier tipo de información acorde a nuestros intereses.

Las bibliotecas tienen que entender cómo funcionan y es importante que aprendan a relacionarse con el usuario en este medio. Tendremos que saber crear una Social Media Optimazation, estrategia que nos va a poner en contacto con nuestros usuarios, de cara a dar a conocer nuestra organización y, lo que puede ser más importante, crear engagement.

Al mismo tiempo, el uso de estas aplicaciones también nos van a proporcionar información sobre nuestros usuarios, las necesidades de nuestro servicio en la sociedad, así como descubrir nuestros puntos fuertes y débiles.

Algunas de las herramientas que se pueden destacar con:

Blogs
La biblioteca puede crear y administrar un blog en torno a una temática o, simplemente un objetivo. El blog recogería información no sólo escrita por el personal bibliotecario, sino también por usuarios, que podrían crear un sentimiento de cercanía con el servicio bibliotecario, además de ser una fuente de información.

Microblogging
La creación de microblogs, con herramientas como Twitter, es una forma sencilla de mantener al usuario informado acerca de novedades y actividades. Es información muy breve, sólo admite 140 caracteres, pero al mismo tiempo, permite que la información se distribuya rápidamente y con un solo click, ya que su brevedad y poco peso hace que gran parte de los usuarios puedan tener la aplicación en su móvil.
Su utilidad para la biblioteca radica principalmente en que es muy útil para crear la marca de nuestra biblioteca, y al mismo tiempo podemos interactuar con nuestros usuarios a tiempo real.

Wikis
Es una herramienta que parece una página web y que contiene información que pueden crear y editar nuestros usuarios. Estos crean artículos sobre algún tema de interés relacionado con la biblioteca u otra temática y puede ser corregido o ampliado, utilizando el conocimiento de todos para crear un recurso informativo interesante. Al mismo tiempo hace más visual el servicio bibliotecario y crea un vínculo con el usuario.

RSS o sindicación de contenidos
La biblioteca ofrece la posibilidad de estar actualizados sobre un tema de manera fácil. Los usuarios se pueden suscribir para recibir toda la información sobre la biblioteca de forma inmediata, y así no tiene que estar pendientes de nuestras actualizaciones, y toda la información sobre la biblioteca le llegará de manera cómoda, y sin tener que buscarla.

Podcast
La creación de archivos de video sobre nuestro servicio, recursos o actividades puede ser una interesante opción para decirles a nuestros usuarios potenciales qué es lo que ofrecemos, y darle un empujón para venir a vernos. Por otra parte, crea un usuario fiel el hecho de que forme parte de los podcast de alguna manera directa o indirecta.

Permission Marketing
Es el envío de emails a nuestros usuarios sobre aquello que queremos comunicar. Para ello, debemos tener previamente su permiso. Los datos los podemos obtener de la base de datos de nuestros usuarios.

Websites
Podemos disponer de una website con toda la información de nuestra biblioteca y, al mismo tiempo, introducir elementos como foros y chats para que el usuario interactúe con nosotros y entre ellos.



Estas herramientas se pueden emplear con las herramientas tradicionales de difusión del servicio y, así se puede llegar a un rango más amplio de usuarios, ya que se eliminan las barreras físicas a la hora de que la información circule. Por otra parte, nos permite obtener información de manera rápida sobre las necesidades de nuestros usuarios: cómo y quienes son y también sobre nuestro propio servicio, nuestros recursos y actividades ofertadas. Esta forma de hacer marketing en nuestra biblioteca puede llegar a darnos mucha visibilidad y crear aproximación a nuestro usuario.

martes, 10 de noviembre de 2015

El botiquín para la curación de contenidos

La curación de contenidos es una destreza que cada vez se demanda más en nuestros días, tanto en el terreno laboral como a la hora de estar informados sobre las últimas novedades en temas que nos interesan por educación u ocio.

En la última entrada destaqué la función de bibliotecarios y documentalistas a lo largo de la historia seleccionando la mejor información para nuestros usuarios. En esta voy a hacer un breve recorrido por las herramientas más destacadas en la curación de contenidos.

Estas herramientas pueden ser utilidad para bibliotecarios y documentalistas, tanto en su función de proveer de información relevante al usuario, como para estar informado de las últimas tendencias y novedades en su campo de conocimiento. Por supuesto, como materia en alfabetización informacional y de formación de usuarios, puede dar un valor añadido a nuestro servicio.

Scoop.it

Gracias a esta herramienta es posible buscar, seleccionar y compartir los mejores posts a través de un espacio web específico y de las redes sociales.

Se trata de un servicio que nos permite crear una página donde recopilar contenidos relacionados con un tema determinado. Estas páginas son denominadas topics (tópicos) y cada publicación contiene un enlace, un vídeo, una galería, denominado post.

Con Scoop.it podemos crear los tópicos que queramos y se van a ir añadiendo publicaciones que pueden contener enlaces, vídeos, galerías o simplemente texto y una imagen subida por nosotros desde nuestro ordenador. 

El contenido se extraerá y aparecerá publicado directamente en nuestro tópico. Por ejemplo, si se trata de un post en un blog, se extraerá una imagen y el resumen (si es que lo tiene); si es un vídeo, se podrá reproducir directamente desde allí.

Ejemplo:
http://www.scoop.it/t/lean-7

Storify

Con Storify podemos crear y almacenar artículos y cronologías utilizando el contenido de las Redes Sociales (Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, SoundCloud, entre otras) en forma de tweets, imágenes y videos.

Storify es una web que permite crear historias, y con ello realizar buenos informes, investigaciones o resúmenes y guardarlos o publicarlos.

Con el tiempo se ha convertido en una red social que nos permite crear contenido teniendo en cuenta nuestros intereses.

Pinterest 

Gracias a Pinterest podemos crear tableros temáticos que permiten incorporar todo tipo de imágenes, sitios webs, videos, denominados pines que enlazan con la fuente o URL de donde proceden.

La palabra Pinterest está formada por: Pin más Interest, que vendría a traducirse como unir  intereses. 

Al encontrar una página, tema, tutorial, imagen o blog que te interesa la puedes guardar y vas organizando "boards"( foros o carpetas en español) temáticos.


Etceter 

Esta herramienta de curación de contenidos nos permite una nueva forma de organizar y compartir el conocimiento que permite recopilar de una forma ordenada y visual diferentes tipos de enlaces y crear con ellos píldoras de información. Nos ayuda a tener información de mayor calidad y que se ajuste a nuestras necesidades, ya que primero selecciona y filtra la información para después compartirla.


Flipboard. Play Kiosco. Feedly.

Son herramientas para la curación de contenidos que se desarrollaron con la aparición de las tabletas y los smartphones. Sirven para hacer más fácil la creación y gestión de la lectura, así como la distribución de contenido ordenado. Agregan noticias de unas determinadas características. Son herramientas que permiten ahorrar mucho tiempo.

martes, 3 de noviembre de 2015

El bibliotecario del siglo XXI como curador de contenidos

Vivimos inmersos en la Sociedad de la Información y del Conocimiento. La información cada vez se hace más necesaria para todos. Pero no todos necesitamos los mismos datos. Los requisitos a la hora de buscar información están estrechamente relacionados con nuestras  actividades diarias, edad y nivel cultural. 

Hoy en día podemos encontrar un sinfín de información. Tenemos a nuestra disposición un amplio abanico sobre todas las materias que componen el conocimiento humano. Contamos con materias que se desarrollan de manera muy general, pero al mismo tiempo tenemos datos muy específicos sobre temas muy determinados.

A lo largo de la Historia, el bibliotecario ha sido el encargado de proporcionar los recursos de información a los distintos tipos de usuarios: desde los bibliotecarios medievales que trabajaban en las valiosas bibliotecas de monasterios o catedrales, hasta los bibliotecarios universitarios de nuestros días que ofrecen la información más relevante y actual a investigadores y alumnos para su labor a la hora de crear nuevo conocimiento o el documentalista que trabaja para el servicio de documentación de una empresa. Pero no nos podemos olvidar de otros tipos de bibliotecarios como los que trabajan en bibliotecas públicas, que son los que tienen un rango de usuarios más amplio y con unas necesidades de información más variadas para apoyar, tanto su actividad laboral o educadora, como para satisfacer sus necesidades de ocio.


Actualmente, el término content curator o curador de contenidos aparece como una nueva profesión relacionada con la gestión de información y contenidos. Y a muchos puede resultar innovadora esta nueva profesión.

La curación de contenidos según Juan Arellano “la capacidad por parte de un sistema o del ser humano de encontrar, organizar, filtrar y dotar de valor, relevancia, significatividad, en definitiva, de utilidad el contenido de un tema específico que procede de diversas fuentes (medios digitales, herramientas de comunicación, redes sociales…)”.

En otras palabras, la curación es un proceso de selección de contenidos vinculados a un tema en particular. Cuando en una biblioteca se está realizando una  actividad conocida como búsqueda de información o de referencias bibliográficas en la que se tiene en cuenta aspectos como temas principales de búsqueda, así como relacionados, objeto de la demanda, información que ya conoce el usuario, profundidad o nivel de información, cantidad de información, idioma, límites cronológicos, formatos, etc., realmente se está haciendo una curación de contenidos. Aunque como norma general se tiende a la agregación de contenido.

La diferencia con la curación de contenidos es que mientras la agregación tradicional sólo trata de reunir contenidos relativos a un tema determinado, la curación filtra esos contenidos y selecciona de entre ellos sólo los mejores o de mayor relevancia. Así, el “curador de contenidos” se convierte en un especialista en contenidos.

A la hora de buscar información para un usuario, en una pirámide, la curación se mostraría como la etapa final dentro de las cinco etapas que se dan en la cadena: consultar, compartir, comentar, producir, curar. 

El primer paso es la consulta de los contenidos que se nos ofrecían en la Red y en la biblioteca, después se pasaría a compartirlos con otros usuarios, más tarde añadir nuestros comentarios y finalmente producir nuestros propios contenidos. El nuevo paso, culminación de ese proceso, sería la curación, el filtrado y selección eficientes de los contenidos. 

 Aunque la curación de contenidos no tiene una metodología rígida y cada uno puede escoger aquella que mejor se ajuste a sus necesidades o modos de trabajo. existen cinco modelos de curación de contenidos:

 1. La agregación. Se reúne la información más relevante sobre un tema específico en un mismo lugar. 
2. La destilación, una forma de realizar la curación de contenidos en un formato más simple, donde solo son compartidas las ideas más relevantes. 
3. La elevación, con la misión de identificar tendencias en pequeñas porciones de información compartidas online, como por ejemplo lo tweets en Twitter. 
4. El mashup, como la unión de contenidos curados para crear un nuevo punto de vista. 
5. La cronología, atendiendo a la reunión de información histórica organizada sobre la base del paso del tiempo para la evolución en la percepción de un determinado tema.

De estos diferentes modelos de curación, no es que uno sea mejor que otro, sino que permiten a las organizaciones posicionarse de diferentes maneras en la mente de los usuarios. 



La curación de contenidos va de la mano del desarrollo de las nuevas tecnologías y, por ello, junto con la evolución de la Web 2.0 (Blogs, Facebook, Twitter, Tumblr, Delicious, Foursquare, Read it later, etc.), que son esenciales para la curación de contenidos, se han ido uniendo algunas funciones:

1.- Divulgar lo que otros publican. Con Facebook, Twitter y Tumblr, se puso de manifiesto la importancia de “re-transmitir” la información con retweets y re-blogs. 
2.- Guardar lo que otros publican para leerlo y procesarlo más tarde. Esto es lo que puedes hacer con Delicious. 
3.- Estructurar la información en conjuntos. Hasta ahora teníamos dos mecanismos para organizar la información: la timeline y las etiquetas (hashtags). 

Pero también se puede clasificar lo que se publica en conjuntos que se pueden compartir y en los que otros usuarios pueden contribuir, a su vez, incluyendo sus propias publicaciones. La labor del bibliotecario en este aspecto es fundamental por su formación y experiencia utilizando sistemas de clasificación y generando documentos como bibliografías.

El futuro de la biblioteca del siglo XXI, que va unida al surgimiento de nuevas necesidades de información por parte de nuestros usuarios, así como al despliegue de nuevas tecnologías y ligada a la Web Social se verá impulsado por esta función en la curación de contenido. Ya que la figura del content curator o “intermediarios críticos del conocimiento”, que se encargan de recoger y compartir los mejores contenidos publicando compilaciones de gran valor ha sido siempre la principal función del bibliotecario, desde el inicio de esta profesión.

Para ampliar la información: 

Curación de Contenidos. Ramiro Aduviri Velasco




domingo, 25 de octubre de 2015

El bibliotecario conoce lo que esconde la Web

En la Sociedad de la Información y del Conocimiento son los documentalistas y bibliotecarios los profesionales que saben proporcionar a sus usuarios la información más conveniente a sus intereses tanto educativos y profesionales como de ocio.

Desde hace décadas, son expertos en crear catálogos off-line donde codifican información para poder recuperarla cuando sea necesaria. Crean y trabajan en catálogos que incluyen información sobre todo tipo de recursos documentales (gráficos, sonoros, etc), pero además, su información puede estar codificada siguiendo diferentes lenguajes y formatos que el documentalista domina.

Pero actualmente han habido muchos cambios que hacen necesario replantearse ir más allá del catálogo como herramienta de búsqueda, ya que disponemos de un "catálogo" mucho más amplio a nivel mundial y con todo tipo de información, datos, formatos, lenguas...que es Internet. Pero a diferencia de los minuciosos catálogos de bibliotecas y centros de documentación la información no está tan controlada y no siempre se conocen los códigos y lenguajes para preguntar a esa gran "catálogo".



Es obvio que tod@s sabemos hacerle preguntas sencillas a Google o a cualquier otro buscador, pero ¿los buscadores siempre nos dan toda la información que posee sobre la materia interrogada como sucede con los catálogos de bibliotecas y centros de documentación?

La respuesta es no. La información siempre que busquemos de manera tradicional va a venir de la Web superficial o visible, a la que tienen acceso los buscadores tradicionales, sólo ofrecen acceso a una pequeña parte de lo que existe online

Pero también existe la Web profunda o invisible, en la que se encuentras un amplio banco de información ubicado en catálogos, revistas digitales, blogs, entradas a diccionarios y contenido de sitios que demandan un login, en muchas ocasiones gratuito, y otros tipos de contenido que no aparecen entre los resultados de una búsqueda convencional.

La Web Superficial o visible

La Web Superficial está formada por todos aquellos sitios cuya información puede ser indexada por los robots de los buscadores convencionales y recuperada casi en su totalidad mediante una consulta en sus formularios de búsqueda. (Ver entrada sobre la búsqueda avanzada).

Se caracteriza porque su información no está contenida en bases de datos y es de libre acceso. No se requiere la realización de un proceso de registro para acceder a la información y mayoritariamente está formada por páginas web estáticas, es decir páginas o archivos con una URL fija y accesibles desde otro enlace.

La Web Profunda o invisible

La Web profunda está formada por la información que se encuentra en Internet, pero que no se recupera utilizando los buscadores convencionales. 

La mayoría es información almacenada y accesible mediante bases de datos. Parte de la información es "invisible" a los robots de los buscadores convencionales, ya que los resultados se generan en la contestación a una pregunta directa mediante páginas dinámicas (ASP, PHP, etc.) es decir páginas que no tienen una URL fija y que se construyen en el mismo instante desapareciendo una vez cerrada la consulta.

Pero según Lluis Codina: “Internet invisible es un nombre claramente inadecuado para referirse al sector de sitios y de páginas web que no pueden indizar los motores de búsqueda de uso público. Debería denominarse, en realidad, la web no indizable, lo cual es un término mucho más adecuado”.



Sherman y Price, establecen que el contenido de la Web profunda puede clasificarse en:

La Web opaca (the opaque Web),  está compuesta por archivos que, aunque por sus características podrían pertenecer a la web superficial no lo están por alguna de las siguientes razones:
  1. Por la extensión de la indización: en ocasiones y por diferentes motivos, como por economía, no todas las páginas de un sitio son indizadas en los buscadores.
  2. Por la frecuencia de la indización: los buscadores no poseen la capacidad de indizar todas las páginas existentes; a diario se agregan y modifican muchas y la indización no se realiza al ritmo que permita incluirlas a todas.
  3. Tiene una URL desconectada: muchos buscadores, presentan los documentos por relevancia basada en el número de veces que aparecen referenciados en otros. Si un documento no tiene un link a él, desde otro documento, será imposible que la página sea encontrada, pues no se encuentra indizada.
  4. Por el número limitado de resultados visibles: los motores de búsqueda nos dan, en la mayoría de los casos, un número de documentos limitados, generalmente entre 200 y 1000.


La Web privada (the prívate Web). Esta parte de la Web suele contener  documentos excluidos deliberadamente. Son los dueños de la información los que deciden que no se encuentre disponible, por lo que difícilmente se podrán encontrar mecanismos legítimos para franquear esa barrera.

La información está en páginas Web que podrían estar indizadas en los buscadores pero son excluidas deliberadamente porque:
  • Las páginas están protegidas por contraseñas.
  • Contienen un archivo “robots.txt” para evitar ser indizadas.
  • Contienen un campo “noindex” para evitar que el buscador pueda indizar la parte correspondiente al cuerpo de la página.



La Web propietaria (the propietary Web) está compuesta por las páginas en las que es imprescindible  registrarse para tener acceso al contenido, ya sea de forma gratuita o de manera onerosa.


La Web realmente invisible (the truly invisible Web) está formada por las páginas que no pueden ser indizadas por limitaciones técnicas de los buscadores, programas ejecutables y archivos comprimidos, páginas generadas dinámicamente, es decir, que se generan a partir de datos que introduce el usuario, información almacenada en bases de datos relacionales, que no puede ser extraída a menos que se realice una petición específica.


Algunos de los recursos de búsqueda en la Web Profunda son:

  • The WWW Virtual Library se considera el catálogo más antiguo en la web y fue iniciado por Tim Berners-Lee, el creador de la web. 
  • Infoplease es una Web de consulta con más de 57.000 artículos de la prestigiosa enciclopedia Columbia. Facilita la consulta de información con opciones de búsqueda por términos o por áreas de conocimiento. Es posible acceder a un buen número de enciclopedias, atlas, y biografías. Y también tiene algunas ramificaciones interesantes como Factmonster.com para los niños y Biosearch, un motor de búsqueda sólo para biografías, o información de todo lo acontecido históricamente en un determinado día.
  • DeepWebTech ofrece cinco motores de búsqueda para temas específicos. Los motores de búsqueda abarcan la ciencia, medicina y negocios. El uso de estos motores de búsqueda específicos del tema, puede consultar las bases de datos subyacentes en la Web profunda.
  • TechXtra centra su información, en ingeniería, matemáticas e informática. Es posible navegar a través de una extensa lista de revistas gratuitas especializadas de ingeniería, documentos técnicos, descargas y podcasts.

domingo, 27 de septiembre de 2015

INFOXICACIÓN

Este término acuñado por Alfons Cornella en 1996 designa uno de los mayores problemas al que nos enfrentamos en la Sociedad de la Información y del Conocimiento. Hemos pasado de tener recursos muy limitados para acceder a la información, a tener toda una red de información sobre cada tema que pueda interesar al ser humano y, además, tratada desde puntos de vista muy dispares.


¿Qué papel puede jugar aquí la profesión de bibliotecarios y documentalistas: La figura del bibliotecario, vista tradicionalmente como un simple prestatario de libros es, ni más ni menos, que un gestor de documentos e información que sabe manejar los códigos y maneja las destrezas que permiten satisfacer en todo momento las necesidades informativas de cualquier perfil de usuario, y, al mismo tiempo, forma a un usuario que puede trabajar independientemente con los recursos de información de los que dispone.

El bibliotecario del siglo XXI está jugando un papel muy importante a la hora de dirigir al usuario en su búsqueda de información. Conoce aspectos importantes a la hora de enfrentarse a una búsqueda efectiva, como definir qué datos necesitamos, cuáles son nuestros cinco temas fundamentales y cuáles son secundarios. Una vez está concreto este aspecto, sabe etiquetar qué información es fatal, cuál es interesante, y aquella que es útil a nuestras necesidades informativas.

Además, a través de los talleres de Alfabetización Informacional se enseña al usuario a ser crítico con la información a la que puede tener acceso. A acceder a la más óptima dependiendo de su edad, nivel de estudios o profundidad del tema en el que se está investigando. Cada usuario tiene unas necesidades de información definidas por una temática, un nivel de conocimiento, de edad, etc., y para ello tiene que saber hacer una criba correcta entre todo un maremagnum de información de la que dispone hoy en día.





En nuestro días, Google y otros buscadores se han convertido en el instrumento al que todos acuden a la hora de buscar respuestas. Todo están en Google, y al mismo tiempo es un problema, porque lo que muchos desconocen es que, si no se poseen las habilidades necesarias para acceder a la información que realmente se necesita, la infoxicación está asegurada. Es necesario utilizar filtros para obtener la información que necesitamos y conocer herramientas y técnicas, como la curación de contenidos para no perder documentos que poseen información que podrían llegar a ser muy necesaria para nosotras búsquedas.

Los bibliotecarios podrían ser parte importante en un proceso de desinfoxicación, que cada vez se hace más necesario para no caer en errores y hacer un uso correcto de la información. Saben hacer un uso crítico de la documentación de cara a dar la más relevante. Construyen y gestionan catálogos en los que buscar, y así, poder obtener el listado más relevante de documentos en cada búsqueda. Pero es necesaria una adaptación de la profesión a los nuevos tipos de información, así como a las nuevas tecnologías para acceder a estas. La suma de este aprendizaje continuo a las tradicionales habilidades que posee hacen que pueda ofrecer a su usuario la información más actual, más relevante y más apta de manera rápida y eficaz.




Para saber más sobre infoxicación:

- "Desde la infoxicación al derecho a la comunicación" - José Ignacio Aguaded Gómez http://www.revistacomunicar.com/verpdf.php?numero=42&articulo=42-2014-30

- “Como sobrevivir a la infoxicación”- Alfons Cornella. Trascripción de la conferencia del acto de entrega de títulos de los programas de Formación de Posgrado del año académico 1999-2000 http://www.infonomia.com/img/pdf/sobrevivir_infoxicacion.pdf

- “Infoxicación: cuando la respuesta no es tecnológica, sino cultural”- Javier Velilla.
http://www.ciclodebatesic.es/tag/sobrecarga-informativa/